Durante el verano de este año, Granada ha vivido una temporada marcada por condiciones climáticas extremas, experimentando cuatro periodos de calor intenso en los que las temperaturas han superado los 40 grados centígrados. Este aumento significativo en las temperaturas ha elevado los riesgos asociados al estrés térmico, un problema que afecta tanto a trabajadores como a la población en general.
Ante esta preocupante situación, el sindicato ha llevado a cabo un exhaustivo seguimiento de las condiciones laborales en la provincia. Hasta ahora, se han realizado 150 visitas a diversas empresas, con resultados alarmantes: más de la mitad de estas inspecciones han concluido en denuncias por posibles incumplimientos de normativas relacionadas con la salud y la seguridad laboral. En 15 casos específicos, la Inspección de Trabajo ha formulado advertencias a las empresas involucradas, señalando la necesidad de adoptar medidas adecuadas para proteger a los trabajadores de los efectos del calor extremo.
La situación es especialmente crítica en sectores donde el trabajo al aire libre o en espacios no climatizados es la norma. La falta de medidas de prevención y la inobservancia de las normativas establecidas no solo ponen en riesgo la salud de los empleados, sino que también pueden llevar a sanciones y penalizaciones para las empresas infractoras.
Es fundamental que tanto empleadores como trabajadores tomen conciencia de la seriedad del riesgo que representa el estrés térmico. La implementación de medidas adecuadas, como el establecimiento de horarios de trabajo ajustados, la provisión de hidratación y descansos adecuados, entre otras, es clave para garantizar un entorno laboral seguro y saludable. La colaboración entre sindicatos, empresas y autoridades es esencial para abordar esta problemática y asegurar que todos los trabajadores en Granada cuenten con las condiciones necesarias para realizar su labor de manera segura, especialmente en épocas de calor extremo.
Fuente: CCOO Andalucía.
