El expresidente de Bolivia, Evo Morales, denunció haber sido víctima de un ataque armado mientras se dirigía a una emisora donde presenta su programa de fin de semana, recibiendo su vehículo 14 disparos que hirieron a su chofer. El incidente ocurrió en el área del Trópico de Cochabamba y Morales aseguró que fue perseguido por dos coches que intentaron asesinarlo. El ataque quedó registrado en un video de cuatro minutos grabado por un acompañante. Morales acusó al gobierno de Luis Arce de estar detrás del plan de eliminarlo físicamente. Este suceso coincide con bloqueos organizados por sus seguidores, quienes refutan las acusaciones judiciales contra él y consideran las investigaciones una persecución política. Las protestas también demandan soluciones para diversas problemáticas económicas. En respuesta, la Cancillería boliviana advirtió sobre los intentos de interrumpir el orden democrático, mientras el presidente Arce renovó el alto mando militar para mantener la estabilidad interna.
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