Un nuevo concepto de personalidad, denominado «otrovertidos», emerge según el psiquiatra estadounidense Rami Kaminski. Este grupo se caracteriza por su dificultad para conectar con identidades colectivas o tradiciones compartidas, aunque son capaces de formar vínculos profundos y significativos con individuos. A diferencia de los introvertidos y extrovertidos, los otrovertidos no sienten pertenencia a ningún grupo, lo que los lleva a menudo a preferir trabajar solos y evitar deportes de equipo. Kaminski, quien se identifica como otrovertido, sostiene que esta desconexión con grupos no implica antisociabilidad, sino una predisposición a ser más creativos e independientes, permitiéndoles desafiar normas y encontrar soluciones únicas a problemas existentes. A pesar de sentirse a menudo como «extraños» en grupos sociales, los otrovertidos pueden alcanzar un alto grado de aceptación individual y son conocidos por su originalidad e inventiva, como demuestra el ejemplo de figuras como Einstein o Kahlo.
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