La crisis de coalición en Alemania, protagonizada por la destitución del ministro de Finanzas, Christian Lindner, y otros dos liberales por parte del canciller Olaf Scholz, marca el fin del gobierno tripartito conocido como «coalición semáforo». El conflicto, centrado en las diferencias económicas y políticas entre los partidos de la coalición, ha culminado en un gobierno en minoría liderado por Scholz, quien deberá enfrentar una moción de confianza en enero. La controversia se desarrolla en un contexto de incertidumbre política internacional y económica, exacerbada por el avance del conservador Friedrich Merz y el ascenso de la ultraderecha de AfD en las encuestas. Mientras tanto, los socialdemócratas y verdes buscan tiempo para prepararse ante unas posibles elecciones anticipadas, cuya fecha aún se mantiene incierta, a pesar de las presiones para acelerar el proceso electoral en medio de la recesión económica del país.
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