En un contexto de discusión política sobre la transición energética y el potencial de la energía nuclear, un informe reciente de la agencia científica nacional de Australia, CSIRO, ha presentado un hallazgo relevante: los reactores nucleares modulares pequeños (SMR) representan actualmente la opción más costosa para la generación de electricidad. Este informe anual, denominado GenCost 2024-2025, en colaboración con el operador del mercado eléctrico australiano (AEMO), coteja los costes de diversas tecnologías energéticas, incluyendo carbón, gas, eólica, solar y nuclear, hacia el objetivo de cero emisiones netas para 2050.
Paul Graham, economista jefe de energía de CSIRO, resaltó que “la solar fotovoltaica y la eólica con sistemas de respaldo son las tecnologías de bajas emisiones más baratas para nuevas instalaciones”. Esto contrasta con el elevado costo de los SMR, que se colocan a la cabeza entre las tecnologías más onerosas, superando incluso a la energía nuclear a gran escala y a otras opciones convencionales.
El análisis de los SMR se inspiró en el proyecto Darlington de Canadá, una iniciativa que apunta a construir el primer reactor modular a gran escala en un país occidental, con un costo equivalente a 23.200 millones de dólares australianos. A pesar de que esta tecnología se promueve como escalable y apta para ubicaciones donde las plantas nucleares convencionales no son viables, su desarrollo está limitado a prototipos en China y Rusia actualmente.
El informe también destaca que los proyectos energéticos innovadores en Australia podrían enfrentar primas de hasta el 120% en su coste, un reto significativo en el caso de cualquier intento por introducir la energía nuclear en el país. En comparación, el sobrecoste para un primer parque eólico marino sería considerablemente menor, del 63%.
A pesar de factores como el encarecimiento de materias primas y salarios, las renovables continúan liderando en competitividad de costos. Las proyecciones del informe hacia el año 2050 sugieren que, aunque todos los tipos de infraestructura energética enfrentarán aumentos de hasta el 20% en los costos, la energía eólica y solar, en combinación con sistemas de respaldo, seguirán siendo las opciones más económicas para nuevas instalaciones.
Actualmente, la energía nuclear está prohibida en Australia, que aspira a lograr un 82% de electricidad renovable en su red nacional para 2030. Sin embargo, ciertos sectores políticos están impulsando el debate sobre la energía nuclear, y el informe GenCost ofrece cifras concretas en un diálogo a menudo marcado por consideraciones ideológicas.
El documento también presenta una tabla comparativa que sitúa a las tecnologías de energía renovable en las primeras posiciones por su costo, mientras que los SMR quedan al final del ranking debido a sus altos costos basados en ejemplos reales.
En resumen, el estudio de CSIRO ofrece un análisis detallado que podría influir significativamente en las decisiones energéticas de Australia, respaldando una estrategia enfocada en las renovables mientras la opción nuclear se percibe como un proyecto costoso y lejano. Así, Australia sigue priorizando sus inversiones en infraestructura renovable, sustentado en estudios concretos que refuerzan una política energética informada y realista.