El conflicto en el Sáhara Occidental, donde el Frente Polisario rompió el alto el fuego con Marruecos hace cuatro años, sigue provocando muertes y desplazamientos masivos debido a la creciente presión militar marroquí. A lo largo de este periodo, Marruecos ha fortalecido su posición en la región, consiguiendo el respaldo de países como España y Francia para su propuesta de autonomía, mientras el Polisario intensifica su lucha armada. La situación se agrava con el uso de drones marroquíes, denunciados por causar numerosas víctimas. A pesar del estancamiento en el proceso de paz auspiciado por la ONU, Estados Unidos reafirma su reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el territorio, complicando la búsqueda de una solución. La situación se mantiene tensa, sin avances significativos y con el territorio sumido en un conflicto de baja intensidad pero alto costo humano.
Leer noticia completa de Internacional en El Independiente.