El mercado residencial está evidenciando una creciente división entre los extranjeros que pueden permitirse la compra de viviendas y aquellos que, debido a los altos precios, se ven obligados a optar por el alquiler. Esta situación refleja un fenómeno de exclusión en el que los costos prohibitivos limitan el acceso a la propiedad, incrementando la demanda de alquileres y generando tensiones adicionales en el sector inmobiliario. Esta tendencia está redefiniendo el panorama habitacional, afectando tanto a las dinámicas de oferta y demanda como a los actores implicados en el mercado.
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