La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha manifestado su frustración por la dificultad para contactar con el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, durante la crisis provocada por la DANA, necesitó realizar hasta cuatro llamadas. Mientras la situación era crítica, según le informó el secretario de Estado, Mazón no devolvió sus llamadas, lo que Ribera calificó como una actitud preocupante ante una alerta tan grave. La ministra defendió el funcionamiento del Estado autonómico y la labor de su ministerio, subrayando la importancia de las instituciones encargadas de gestionar las crisis. También planteó la necesidad de reforzar la credibilidad de estas entidades ante intentos de descrédito.
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