Serbia atraviesa una crisis política tras la dimisión del primer ministro Miloš Vučević, que ocurre en medio de tensiones desatadas por las protestas estudiantiles en Novi Sad. Los disturbios comenzaron después de la caída de una marquesina que causó 15 muertes, un accidente que se atribuye a la corrupción gubernamental. Las manifestaciones se intensificaron cuando estudiantes fueron atacados al distribuir carteles de protesta. Vučević, en el cargo desde mayo de 2024, fue criticado por su gestión autocrática. La dimisión podría desencadenar elecciones anticipadas, exacerbando la presión sobre el presidente Aleksandar Vučić, ya que los manifestantes exigen su renuncia. La situación se complica por la implicación de un ala extremista del partido gobernante y la sospecha de falta de independencia en las investigaciones judiciales. Mientras tanto, Serbia enfrenta un dilema en sus aspiraciones de unirse a la Unión Europea y su relación con Rusia.
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