El barniz shellac se ha consolidado como un acabado natural de elección en el ámbito del diseño y la carpintería. Este producto, extraído de las secreciones de un insecto llamado lac, se destaca por su capacidad de resaltar la belleza innata de la madera. En este contexto, presentamos una guía detallada para su correcta aplicación, asegurando un acabado profesional y estético.
El primer paso esencial es la preparación de la superficie de la madera. Se debe lijar con diferentes granos, empezando con uno más grueso y avanzando hacia uno más fino, para lograr un acabado suave. La eliminación cuidadosa del polvo resultante es crucial, ya que cualquier partícula puede causar imperfecciones en el barnizado.
Con la madera lista, el siguiente paso es preparar el shellac. Las escamas del barniz deben disolverse en alcohol en una proporción de 1:4, es decir, una parte de escamas y cuatro de alcohol. Este es un proceso que demanda tiempo, pero es vital para obtener una mezcla homogénea. Algunos expertos en carpintería optan por dejar reposar la mezcla hasta que las escamas se disuelvan completamente.
Una vez preparado, se procede a aplicar el barniz sobre la madera. Es recomendable usar un pincel o una almohadilla de algodón para asegurar una distribución uniforme. La aplicación debe iniciarse desde un extremo, avanzando con movimientos suaves y siguiendo la dirección de la veta de la madera para evitar marcas.
La primera capa delgada se seca rápidamente, y en aproximadamente 30 minutos se puede evaluar la necesidad de un lijado ligero con una lija fina para corregir imperfecciones. Aunque opcional, este paso puede mejorar significativamente el acabado final.
Al aplicar una segunda capa, se repite el proceso anterior. Se aconseja un mínimo de tres capas para lograr un acabado duradero y brillante. Entre cada aplicación, es crucial respetar el tiempo de secado y considerar el lijado entre capas si se requiere.
Finalmente, tras alcanzar el número deseado de capas y con el barniz completamente seco, un pulido con un paño suave realza el brillo y la suavidad de la madera, asegurando un resultado profesional.
Si bien la aplicación del barniz shellac puede parecer un reto, siguiendo estos pasos y con paciencia, es posible alcanzar un impresionante acabado que realce la belleza de cualquier proyecto de madera. Esta técnica no solo es accesible, sino que también proporciona una gratificante experiencia para los entusiastas de la carpintería, ofreciendo resultados que perduran en el tiempo.
