El Consejo de Seguridad de la ONU ha aprobado una resolución sobre la guerra de Ucrania, presentada por EE. UU., que contó con el apoyo de Rusia y China, y la inédita abstención de cinco miembros europeos clave. El texto, titulado «El camino hacia la paz», aboga por un fin inmediato del conflicto, marcando un sorprendente acercamiento entre Washington y Moscú tras la vuelta de Donald Trump a la presidencia. Este cambio genera fricciones evidentes con la Unión Europea, que buscaba una resolución que calificara de «agresión» el conflicto. La decisión refleja un giro en la dinámica global, con EE. UU. y Rusia eliminando el veto a una resolución del Consejo de Seguridad y proponiendo una solución negociada al margen de la UE y Ucrania, una estrategia que contrasta con la condena previa de la Asamblea General contra Rusia, cuyo efecto es simbólico al carecer de vinculación. Este movimiento reconfigura alianzas y puede tener consecuencias impredecibles para el equilibrio mundial.
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