La reciente decisión de permitir mandatos presidenciales indefinidos en un país centroamericano ha suscitado preocupaciones tanto de observadores internacionales como de la oposición local. Esta medida ha sido criticada por considerarse un retroceso democrático, y se teme que pueda consolidar el poder en torno a una sola figura política, debilitando las instituciones democráticas. La comunidad internacional observa con cautela los desarrollos que podrían impactar la estabilidad política de la región.
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