El Ayuntamiento de Palma ha acordado saldar una deuda de 2,3 millones de euros con el Real Mallorca por las obras en el estadio de Son Moix, una cifra inferior a los tres millones inicialmente reclamados por el club. Esta decisión se produce tras una evaluación pericial y un dictamen jurídico que delimitó las responsabilidades del consistorio en las reformas, principalmente aquellas causadas por envejecimiento del estadio. Para financiar este gasto, el Ayuntamiento realizará una modificación de crédito utilizando partidas no ejecutadas de presupuestos anteriores, sin generar endeudamiento adicional. En la resolución, se decidió que las obras de mantenimiento incumbían al RCD Mallorca, pero las grandes reformas, como la sustitución de los asientos antiguos, eran competencia municipal. Además, se reiteró que el convenio de 1997 permite al club usar el estadio para conciertos, práctica ya autorizada en reformas previas.
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