Tarragona ha llevado sus sabores y su rica historia a Zaragoza en una muestra singular de cultura y enogastronomía, celebrando así el XXV aniversario de su designación como Patrimonio de la Humanidad. Organizado por el Patronato Municipal de Turismo, el evento tuvo lugar en la escuela culinaria La Zarola, donde se reunieron medios especializados y creadores de contenido digital para degustar y conocer más sobre este destino lleno de historia y sabores únicos.
Montse Adan, la primera teniente de alcalde y concejal de Turismo, Promoción Económica y Comercio de Tarragona, fue anfitriona destacada, acompañada por el chef Moha Quach, presidente de Tàrraco a Taula. El evento ofreció un fascinante showcooking que celebró las raíces romanas de Tarragona, presentando recetas rescatadas de la antigüedad, conjuntamente con una selección de vinos regionales. La experiencia se enriqueció aún más con la actuación de Agustí Farré, quien, con un monólogo de reconstrucción histórica, encarnó a un comerciante de vino romano, transportando a los presentes a épocas antiguas.
Adan compartió con los asistentes la importancia de este aniversario, resaltando tanto el patrimonio tangible como intangible que distingue a Tarragona. En su discurso, enfatizó la estrategia del Patronato de Turismo de posicionar a la ciudad como un atractivo destino entre mercados cercanos. Zaragoza, gracias a su cercanía, se presenta como un punto clave para incentivar el flujo turístico, especialmente mediante el aprovechamiento de viajes de larga estancia y escapadas urbanas, conocidos como city breaks.
La estrategia busca captar la atención del turista aragonés, a quien se le ofrece la posibilidad de experimentar un viaje lleno de historia y sabor en menos de una hora gracias al tren AVE. Este esfuerzo es parte de un plan más amplio para desestacionalizar el turismo en Tarragona, asegurando que la ciudad siga siendo un destino vibrante y atractivo durante todo el año. Con eventos como este, Tarragona no sólo celebra el pasado, sino que también mira hacia un futuro en el que sus tesoros culturales y culinarios sigan atrayendo a visitantes de todas partes.