El FC Barcelona enfrenta desafíos significativos en la renovación del Camp Nou, a pesar de una cláusula contractual que permitiría sancionar con un millón de euros diarios a Limak Construction Europe S.L. por retrasos. A pesar de potencialmente poder reclamar 143 millones de euros, el club ha optado por no activar las sanciones, citando razones estratégicas, técnicas y contractuales. El regreso del equipo al estadio renovado, inicialmente planificado para el 29 de noviembre de 2024, está aún lejos de realizarse debido a avances insuficientes en las obras y factores externos como condiciones meteorológicas adversas. Además, las fechas de entrega han sido renegociadas de común acuerdo con inversores y la constructora, posponiendo temporalmente cualquier acción sancionadora. Aunque el Barça no ha descartado las penalizaciones, revisará las circunstancias una vez concluidas las obras en 2026 para determinar posibles responsabilidades de Limak.
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