El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido mantener la facilidad de depósito en el 2% por segunda ocasión consecutiva, rompiendo así el ciclo de recortes iniciado en junio de 2024. Esta pausa busca evaluar el impacto de tensiones geopolíticas como las de Ucrania, Oriente Medio y la crisis fiscal en Francia. Además, la guerra comercial de EE. UU. influye en la agenda económica, con la presidenta del BCE, Christine Lagarde, considerando acuerdos comerciales recientes en sus decisiones. Con una inflación contenida y un mínimo crecimiento del PIB de la eurozona en el segundo trimestre, el BCE revisó sus previsiones de inflación al 2,1% para 2025. En contraste, la Reserva Federal de EE. UU. podría ajustar sus tasas, en medio de datos laborales más conservadores y la posibilidad de recortes futuros.
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