El presidente argentino Javier Milei celebró un importante triunfo en las elecciones legislativas de medio término, obteniendo más del 40% de los votos y una ventaja significativa sobre el peronismo. Este resultado le otorga una oportunidad crucial para recalibrar su gestión, crear alianzas legislativas y modificar su gabinete. Sin embargo, el bajo nivel de participación electoral, que alcanzó solo el 67.85%, refleja una apatía social preocupante. A pesar del respaldo recibido, Milei enfrenta desafíos significativos, incluida la necesidad de ajustar su plan económico y negociar con actores políticos clave. La derrota parcial del kirchnerismo marca un escenario de polarización política que deja poco espacio para opciones moderadas y desafía a Milei a no confiarse demasiado en su victoria.
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