Soldados de Módena llevaron a cabo un atrevido asalto en la ciudad rival de Bolonia con el objetivo de desestabilizar a las autoridades y ciudadanos boloneses. Eligieron un blanco simbólico y emocionalmente significativo: el robo de un cubo de roble del pozo principal de la ciudad. Este acto buscaba provocar una reacción impulsiva y emocional en sus adversarios, poniendo a prueba su paciencia y capacidad de respuesta.
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