Mateo, de 11 años, fue asesinado en Mocejón (Toledo) por un individuo con problemas mentales identificado como Juan. El objetivo inicial del atacante era otro menor que, según declaró el homicida, se burlaba de él. En el momento del crimen, Juan se dirigió con un cuchillo hacia el grupo de niños entre los que se encontraba Mateo, quien, al caer debido a una fractura en la pierna, se convirtió en la víctima. Tras el ataque, el agresor huyó, siendo posteriormente identificado gracias a cámaras de seguridad. Juan, con un 70% de discapacidad intelectual, fue detenido y confesó parcialmente el crimen, argumentando que su «otro yo» fue quien cometió el asesinato. La Guardia Civil sigue investigando el caso y mantiene la hipótesis de que la elección de la víctima fue al azar.
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