El Gobierno ha enviado mensajes masivos a mujeres afectadas por el escándalo de las pulseras antimaltrato defectuosas. Diez días después de que se revelaran los fallos en estos dispositivos, el Ejecutivo ha comunicado de manera propagandística, sin dar explicaciones sobre el problema, que no han estado desprotegidas. La ministra de Igualdad, Ana Redondo, recientemente reprobada por el Congreso, y su antecesora Irene Montero, están en el centro de la polémica. A pesar de las críticas y la evidencia de desprotección, el Gobierno insiste en asegurar que la seguridad de las mujeres es su prioridad, instándolas a contactar al Centro Cometa para mayores aclaraciones.
Leer noticia completa en OK Diario.