El primer ministro británico, Keir Starmer, ha anunciado una nueva estrategia de defensa que incluye la construcción de una docena de submarinos nucleares SSN-AUKUS como parte de una alianza con EE. UU. y Australia. Este plan forma parte de una respuesta al creciente riesgo internacional, especialmente ante la amenaza rusa, y busca reforzar la capacidad defensiva del Reino Unido. Se destinarán cerca de 18,000 millones de euros a la disuasión nuclear continua y se modernizarán las infraestructuras nucleares del país. Además, se establecerá un nuevo mando para enfrentar ciberamenazas, incorporando inteligencia artificial en sus operaciones. El gobierno también se compromete a mejorar las condiciones de las Fuerzas Armadas y a aumentar progresivamente el presupuesto de defensa.
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