La paella, más que un simple plato, es una tradición cultural en Valencia que se transmite de generación en generación. Los valencianos han perfeccionado un método simple y efectivo para calcular la cantidad de arroz necesaria: utilizan «puñados» como medida, añadiendo dos puñados por persona y otros dos adicionales, llamados «regaeta», para asegurar que nadie quede con hambre. Este enfoque refleja la hospitalidad valenciana y garantiza el equilibrio perfecto del plato. Además, el proceso de cocción sigue la «Técnica Berlanga», que involucra controlar el fuego y el caldo en fases específicas para lograr un arroz en su punto. La paella, más allá de su sabor, es símbolo de unión y tradición, donde cada detalle importa, desde la medida del arroz hasta el tiempo de reposo del plato.
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