El Templo de Abu Simbel, ubicado en Nubia, Egipto, es famoso por su alineación solar, fenómeno que ocurre dos veces al año durante los equinoccios. Construido durante el reinado de Ramsés II (1279-1213 a.C.), el templo celebra la victoria en la batalla de Qadesh y rinde homenaje a diversos dioses, incluyendo Amón y Ra. En 1968, la Unesco lideró su traslado para evitar que quedara sumergido por la presa de Asuán, un proyecto que costó 40 millones de dólares y se consideró un hito en la ingeniería moderna. Hoy, este templo, uno de los más visitados en Egipto, atrae a miles de turistas que observan cómo, durante unos 20 minutos, los rayos del sol iluminan las estatuas de Re-Harakhty, Ramsés II y Amón-Re, dejando a Ptah en sombras. Además de Abu Simbel, otros sitios como las pirámides de Guiza y el templo de Karnak también presentan alineaciones solares que fascinan a visitantes de todo el mundo.
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