Desde pequeños se nos inculca la importancia de mantener buenos hábitos de higiene, aunque prácticas como el uso del bidet se han ido perdiendo en España. La doctora Sara Marin resalta la importancia de lavar con agua después de defecar, ya que el papel higiénico puede no eliminar por completo bacterias como E. Coli, las cuales pueden causar infecciones. Destaca que el agua es más eficaz para evitar estas infecciones y es beneficiosa en casos de hemorroides, fisuras anales, e incluso para reducir el dolor menstrual. El bidet, aunque menos común en viviendas modernas, ofrece una limpieza más profunda, esencial para prevenir irritaciones y dermatitis, especialmente en momentos como el posparto.
Leer noticia completa en 20minutos.