En respuesta a las manifestaciones y bloqueos planificados, el gobierno ha desplegado un operativo de seguridad sin precedentes, movilizando a 80.000 policías en todo el territorio. Las autoridades buscan garantizar el orden público y prevenir disturbios, ante la previsión de protestas masivas que podrían afectar la movilidad y los servicios esenciales. Este despliegue refleja la creciente tensión social y el compromiso estatal de mantener la estabilidad.
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