Con la llegada de la nueva temporada, muchas personas están preparándose para el tradicional cambio de armario. No obstante, el uso de bolsas de plástico para almacenar la ropa fuera de temporada sigue siendo una práctica común, a pesar de sus desventajas ecológicas y el daño potencial a las prendas. Expertos sugieren alternativas más sostenibles y efectivas para su protección.
Aunque las bolsas de plástico son una solución rápida, pueden atrapar humedad, lo que facilita la formación de moho y malos olores. Además, este material no permite la ventilación adecuada, lo que podría degradar los tejidos con el tiempo. En lugar de este método, especialistas en moda y sostenibilidad recomiendan el uso de cajas de cartón, baúles de tela o fundas de algodón.
Ana Martínez, experta en conservación textil, afirma que «las fundas de algodón permiten la circulación del aire, evitando la humedad y asegurando que la ropa se mantenga en buen estado. Además, son reutilizables, ofreciendo una opción más ecológica». Esta idea resuena con la tendencia hacia un estilo de vida más consciente, donde el consumo responsable y el cuidado de las prendas son cada vez más importantes.
Otra estrategia efectiva es utilizar etiquetas y separadores dentro de las cajas para mantener todo organizado y facilitar la búsqueda de prendas específicas. Un estudio reciente subraya que el almacenamiento adecuado puede prolongar la vida útil de la ropa hasta un 30%, representando un ahorro significativo tanto económico como ambiental.
El cambio de armario también se presenta como una excelente oportunidad para revisar las prendas en uso. La donación o intercambio de ropa puede reducir la acumulación de prendas y fomentar la moda circular, un enfoque donde la reutilización es fundamental. Así, al renovar el armario, se puede no solo preservar mejor la ropa, sino también contribuir a un planeta más saludable.
