Durante las obras del nuevo aparcamiento en el Mercat del Peix de Barcelona, se ha descubierto una quilla de 3,43 metros que podría pertenecer a un segundo barco medieval, además del hallazgo previo de un barco del siglo XV. Aunque podría ser una parte del primer barco, los arqueólogos no descartan que sea una embarcación distinta. Se espera que las investigaciones, que podrían tardar hasta un año, resuelvan la duda. Los trabajos arqueológicos, realizados con alta precisión, incluyen la colocación de piezas en piscinas de agua para su conservación, y podrían extenderse hasta 15 meses debido a la complejidad del sitio. El descubrimiento, en buen estado, es crucial para entender el pasado marítimo de la ciudad.

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