El conseller de Empresa y Trabajo de la Generalitat de Catalunya, Miquel Sàmper i Rodríguez, visitó recientemente las oficinas de ERNI, una destacada empresa de ingeniería de software ubicada en la Plaça Catalunya de Barcelona. Durante su reunión con el director general de ERNI, Albert Alsina, y otros miembros del equipo directivo, discutieron temas estratégicos para el desarrollo tecnológico y empresarial en la región.
ERNI, considerada un caso de éxito por ACCIÓ, la agencia promotora de la competitividad empresarial en Catalunya, se estableció en Barcelona en 2012 con apoyo de esta entidad. Desde entonces, ha desempeñado un papel significativo en el ecosistema tecnológico local, gestionando proyectos complejos y de alta calidad demandados por empresas extranjeras.
El encuentro sirvió para revisar los avances y proyectos de ERNI y explorar cómo puede contribuir a consolidar a Catalunya como un ‘hub’ tecnológico en Europa. Albert Alsina subrayó la importancia del esfuerzo conjunto entre ERNI y la Generalitat para atraer nuevas empresas tecnológicas, lo que fortalece el ecosistema de innovación y competitividad en la región.
Barcelona se ha posicionado en los últimos años como un centro de innovación líder en el sur de Europa, atrayendo talento cualificado y generando un entorno favorable para startups, centros de investigación y corporaciones internacionales. Este ecosistema dinámico, alimentado por la colaboración y la creatividad, promueve el desarrollo de soluciones tecnológicas efectivas.
Sàmper y Alsina coincidieron en que la colaboración continua entre empresas y gobierno es esencial para avanzar en la digitalización del tejido empresarial, la creación de empleo especializado y el fortalecimiento económico de Catalunya. ERNI, desde su ubicación estratégica en el centro de Barcelona, se compromete a desarrollar productos innovadores utilizando tecnologías de vanguardia, desempeñando un papel clave en áreas como la inteligencia artificial y la ciberseguridad.
El futuro del ecosistema tecnológico en Catalunya depende en gran medida de estas sinergias, que no solo atraerán proyectos de alto valor, sino que también consolidarán a Barcelona como un motor económico y tecnológico en Europa.
