Emmanuel Macron visita Marruecos para reunirse con Mohamed VI en medio de tensiones históricas, incluyendo el espionaje con Pegasus. Esta visita busca una reconciliación tras el apoyo de Macron y Pedro Sánchez a la autonomía del Sáhara Occidental bajo soberanía marroquí, un gesto que ha generado fricciones con Argelia y en el contexto de una competencia comercial hispano-francesa en la región. Francia y España enfrentan conflictos comunes por acuerdos pesqueros y agrícolas anulados por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. En paralelo, Marruecos se aprovecha de la rivalidad entre Francia y España para negociar beneficios económicos e influir en decisiones diplomáticas sobre el Sáhara, mientras Italia cultiva su relación con Argelia, ampliando el escenario geopolítico en el norte de África.
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