El 25 de abril de 1990, Violeta Barrios de Chamorro se convirtió en la primera presidenta electa democráticamente en América Latina, asumiendo el cargo de Nicaragua, un país devastado por la guerra civil. Lideró un gobierno de paz y reconciliación tras la sangrienta confrontación entre sandinistas y la guerrilla de la Contra. Chamorro falleció en Costa Rica a los 95 años, exiliada bajo el régimen represivo de Daniel Ortega y Rosario Murillo, quienes mantienen el poder tras reprimir brutalmente a los opositores. A pesar de críticas a su inexperiencia, Chamorro es recordada por su valentía y legado pacífico, un contraste con la actual situación política del país. Su familia ha anunciado que sus restos descansarán temporalmente en Costa Rica hasta que Nicaragua recupere su democracia.
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