Durante la recepción en Palacio por el 12 de octubre, todos los rituales se llevaron a cabo como es costumbre, salvo uno. La esperada tradición de los corrillos se vio afectada por la ausencia del presidente Pedro Sánchez. Sorprendiendo a los presentes, Sánchez optó por retirarse del evento sin entablar conversación alguna con los periodistas, lo que restó brillo a una de las instancias más esperadas por los medios.
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