En un mundo laboral en constante evolución, la flexibilidad se ha erigido como un componente fundamental apreciado por aquellos que buscan un equilibrio entre las demandas profesionales y personales. Sin embargo, para las empresas, satisfacer esta demanda representa un desafío significativo al intentar preservar su eficiencia operativa. Expertos de Cigna Healthcare han manifestado la importancia de adoptar un enfoque estratégico que mantenga el rendimiento empresarial, mientras se prioriza el bienestar del equipo.
En España, aunque un 14,3% de los trabajadores disfrutan del trabajo a distancia, el país se encuentra relegado en comparación con otros países europeos. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), solo el 37,5% de las empresas ofrece la posibilidad de teletrabajar, subrayando una brecha notoria entre las ofertas empresariales y las expectativas de los empleados. Cada vez más, los trabajadores priorizan beneficios emocionales y la conciliación laboral sobre las compensaciones económicas tradicionales. Este cambio de paradigmas es evidente en la diferencia de percepción: un 28% de aquellos que trabajan presencialmente sienten que su vida personal se ve comprometida por el trabajo, frente al 17% que trabaja a distancia.
El tránsito hacia modelos de trabajo flexibles entraña complejidades. Algunas compañías temen que el teletrabajo afecte la comunicación interna y la cultura organizacional, llevándolas a restringir el trabajo a distancia. Esto resalta la necesidad de crear ambientes laborales que otorguen autonomía sin perder de vista el control organizacional. El smart working, o trabajo inteligente, emerge como una solución viable. Esta práctica combina las bondades del teletrabajo con la tecnología, permitiendo a los empleados gestionar su tiempo y espacio con foco en resultados, más allá de la supervisión física.
Amira Bueno, directora de Recursos Humanos de Cigna Healthcare España, señala que el éxito radica en proporcionar a los empleados la flexibilidad y herramientas necesarias para alcanzar sus metas, sin importar su ubicación. Para facilitar una transición fluida hacia entornos más flexibles, Cigna Healthcare propone una serie de pautas estratégicas.
En primera instancia, resulta fundamental establecer una hoja de ruta clara que permita a los empleados comprender su rol dentro de la organización. La conectividad y colaboración digital son esenciales, consolidando la cohesión del equipo y promoviendo interacciones creativas. Fomentar una relación de confianza entre empresa y empleados es crucial, facilitando que estos último gestionen autónomamente sus responsabilidades. Por último, la capacitación continua, adaptada a los nuevos modelos de trabajo, ayudará a los empleados a adquirir las habilidades necesarias para manejar eficazmente las nuevas herramientas y tecnologías.
Estas recomendaciones están diseñadas no solo para impulsar la productividad y la satisfacción laboral, sino también para que las organizaciones se adapten a las crecientes demandas de flexibilidad de los trabajadores, salvaguardando al mismo tiempo los objetivos empresariales.
