Hace un año, Yulie Ben Ami sufrió la tragedia de ver a sus padres secuestrados de su hogar en el kibutz Beeri, Israel, y llevados a Gaza por Hamás. Mientras su madre, Raz, fue liberada tras 54 días durante una tregua entre Israel y el grupo islamista, su padre, Ohad, sigue desaparecido junto a otros 100 rehenes atrapados en una incertidumbre mortal. A pesar de la constante mediación de Egipto, Qatar y Estados Unidos, los intentos de lograr un acuerdo no han prosperado, dejando a las familias de los cautivos en una lucha incansable. Yulie, que mantiene la esperanza en el retorno de su padre, critica la falta de voluntad del gobierno de Netanyahu para llegar a un acuerdo, en un contexto en el que 42.000 gazatíes han muerto bajo los bombardeos israelíes. Mientras la desconfianza entre palestinos e israelíes crece y el conflicto se intensifica con la incursión en el Líbano, Yulie y su familia enfrentan no solo la pérdida física, sino también la dolorosa erosión de la confianza en un futuro de paz.
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