La revisión visual de los niños en edad escolar se ha convertido en una urgencia recomendada por PRATS para las familias españolas, especialmente en este comienzo de curso académico. El tránsito de las vacaciones a las aulas implica un cambio significativo en las tareas visuales, que pasan de mirar de lejos a cerca durante muchas horas, lo cual exige alta precisión y puede revelar problemas visuales que afecten el desempeño académico de los más pequeños.
Cortes Pozo, Product Manager de PRATS, destaca la relevancia de este período para identificar problemas visuales. «En estos primeros meses de clases, con la variación sustancial del comportamiento visual que exige la vuelta al colegio, es cuando más se pueden percibir los signos que indican la existencia de un problema visual», comentó Pozo.
Según estudios, entre el 75% y el 90% del aprendizaje en los niños se realiza a través de la vista. Un defecto refractivo no detectado puede impedir que el niño alcance su máximo potencial académico, afectando su futuro. Para aprender de manera efectiva, es fundamental que el niño vea con claridad y desarrolle funciones visuales necesarias para la lectura, como la visión binocular, la capacidad de enfoque y la realización de movimientos oculares precisos.
Para evitar que los problemas visuales interfieran en el aprendizaje, PRATS sugiere que los niños acudan a una revisión con un óptico-optometrista en los primeros días de clase. «Nuestra recomendación es que, ante la ausencia de protocolos en este sentido, los niños acudan al óptico-optometrista para revisar su visión. Solo así podremos conocer realmente el estado de la visión de los más pequeños», señaló Pozo.
Tanto padres como maestros deben estar atentos a ciertas señales de alerta que pueden indicar problemas visuales. Entre estos signos se incluyen: invertir letras y números al leer y escribir, perderse al leer, saltarse palabras, usar el dedo como guía, acercarse mucho al libro, quejarse de dolores de cabeza, mover excesivamente la cabeza al leer, tener mala caligrafía, no mantener la atención en clase, dificultad en la comprensión lectora y tardanza en terminar tareas.
Es común que los niños con miopía no comenten que no pueden ver la pizarra, lo que les impide seguir las explicaciones del profesor. PRATS ofrece soluciones ópticas variadas, desde lentes monofocales estándar hasta innovaciones para la gestión de la miopía, una condición que según la OMS ha alcanzado cifras pandémicas.
Además, PRATS puede aplicar tratamientos de endurecimiento a las lentes para hacerlas más resistentes al rayado y prácticamente irrompibles, garantizando la seguridad de los niños. Este fabricante español, que celebrará su centenario en 2024, sigue comprometido con la salud visual de los más pequeños, asegurando que ningún problema de visión se interponga en su camino hacia el éxito académico.