En medio del conflicto en Gaza, Hamás ha intensificado una ola de ejecuciones de palestinos acusados de colaborar con Israel, generando silencio en sectores de la izquierda que antes condenaban acciones israelíes. Las críticas señalan la falta de reacción por parte de ciertos grupos políticos que, previamente, manifestaban su solidaridad con la población palestina. Este contraste ha sido interpretado como una muestra de hipocresía y oportunismo político, ya que ahora las atrocidades cometidas por Hamás no reciben la misma atención ni condena. El debate resalta el vacío moral al ignorar la violencia interna en Gaza.
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