El Ejército israelí ha confirmado la muerte de Omar Mohamad Rabea, un niño palestino-estadounidense de 14 años, en Turmus Ayya, Cisjordania, justificando la acción como una respuesta a ataques con piedras que ponían en peligro a civiles. El incidente, en el que otros dos menores resultaron heridos, se enmarca en una escalada de violencia en la región, exacerbada por la reanudación de ataques israelíes en Gaza después del fin de la tregua. Desde entonces, aproximadamente 490 niños han fallecido en la Franja, según el gobierno local, aumentando la tensión y críticas internacionales hacia Israel y sus aliados.
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