La percepción del Departamento de Estado de Estados Unidos en el ámbito de la inteligencia artificial está experimentando un cambio notable. Paula Osborn, subdirectora de Datos e IA, destacó recientemente en OpenAI el avance tecnológico del departamento, situándolo a la par de varias organizaciones líderes del sector. Esto desafía la creencia común de que el gobierno federal es un dinosaurio tecnológico, demostrando que se ha vuelto un actor importante en el desarrollo de herramientas de vanguardia con impacto significativo en la política exterior y la seguridad nacional.
La transformación del departamento comenzó en 2020, cuando su presencia era aún incipiente. Sin embargo, la crisis en Afganistán fue un punto de inflexión. En medio del caos, el Departamento de Estado emergió como una fuente esencial de información sobre la evacuación de estadounidenses, demostrando su habilidad en el manejo de datos y en la producción de informes precisos para el gobierno. Esta respuesta eficaz no solo atrajo más recursos, sino que también permitió la evolución hacia el uso de paneles de control e infografías para simplificar la comprensión de datos complejos por parte de funcionarios y embajadores.
Esta sólida base facilitó la integración de las herramientas de inteligencia artificial, explorando también la IA generativa. Osborn subraya que el éxito en inteligencia artificial no depende solo de la tecnología, sino también de la habilidad de sus profesionales para actuar como promotores internos, asegurando los recursos y el apoyo necesarios para continuar su avance tecnológico.
Este desarrollo no solo demuestra la capacidad del Departamento de Estado, sino que también abre una discusión más amplia sobre el papel del gobierno en la innovación tecnológica.
