Intel ha realizado una maniobra audaz en su línea de procesadores Xeon 6 «Granite Rapids» con una significativa reducción de precios que afecta toda su gama, en un intento estratégico por fortalecerse frente a su principal competidor, AMD, en el mercado de centros de datos. Apenas cuatro meses después del lanzamiento inicial en septiembre, la compañía ha decidido bajar los precios de estos chips hasta un 30%, una medida que se ha materializado sin mucho ruido a través de su base de datos ARK.
El recorte más destacado se centra en el Xeon 6980P, el procesador estrella de Intel con 128 núcleos, cuyo precio ha descendido de 17.800 dólares a 12.460 dólares, alcanzando una diferencia del 30%. Este ajuste no solo sube a la contienda frente al EPYC «Turin» 9755 de AMD, también de 128 núcleos, que actualmente tiene un precio de 12.984 dólares, sino que lo coloca en un lugar de ventaja al ofrecer un mejor precio por núcleo.
Pero el ajuste de precios no se limita solo al modelo insignia. Intel también ha hecho cambios en otros procesadores de su serie Granite Rapids, con el Xeon 6972P y el Xeon 6952P de 96 núcleos viendo descensos del 13% y 20% respectivamente. Esto hace que la oferta de Intel sea especialmente atractiva para los proveedores de servicios en la nube que buscan maximizar la densidad de núcleos y la rentabilidad.
Sin embargo, esta ventaja inicial podría tener sus propios desafíos. Los procesadores de Intel, aunque competitivos en precio, demandan más en términos de consumo energético. Por ejemplo, el Xeon 6972P requiere 500 W de potencia, lo que es 100 W por encima de lo que exigen modelos comparativos de AMD. Esto podría influir en los costos operativos a largo plazo, afectando el costo total de propiedad y el retorno de la inversión para los centros de datos.
Este ajuste de precios se produce en un momento crucial para Intel, que anticipa el lanzamiento de su próxima línea de procesadores Xeon «Sierra Forest» de 288 núcleos en el próximo trimestre. Este nuevo lanzamiento podría cambiar el juego competitivo, dando lugar a nuevas comparaciones con los modelos actuales de AMD, como el EPYC 9965, que lidera con hasta 192 núcleos.
En la continua batalla por el dominio en el sector de los centros de datos, tanto Intel como AMD deben navegar por factores críticos como la capacidad de producción, el rendimiento por núcleo, la eficiencia energética y el costo de operación total. Mientras Intel parece apostar por precios más bajos y rendimiento bruto, AMD sigue destacando con la eficiencia energética de sus procesadores basados en la arquitectura Zen 5c.
La verdadera victoria en este mercado no solo dependerá de las capacidades tecnológicas y los precios de combate, sino del equilibrio que la compañía ganadora pueda encontrar entre rendimiento, eficiencia energética y costos operativos en un entorno cada vez más exigente y competitivo.