Los trenes de las líneas R4 y R8 de Rodalies en Barcelona enfrentan retrasos de hasta 25 minutos debido a una avería en la catenaria en Castellbisbal, afectando significativamente el servicio. Las interrupciones en el servicio ferroviario coinciden con cambios en la dirección de Renfe, donde Josep Enric Garcia Alamany ha asumido el cargo de director operativo, mientras que Antonio Carmona ha sido relegado a jefe de relaciones institucionales. En medio de estas dificultades, el presidente catalán, Salvador Illa, ha prometido mejoras progresivas a través de inversiones, aunque la gestión actual ha sido criticada duramente. El Parlamento de Cataluña ha solicitado el cese de la consellera de Territorio, Sílvia Paneque, y ha reprobado a las direcciones de Renfe y Adif, destacando problemas operativos graves, incluidos fallos en trenes, ascensores y falta de personal.
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