El Consejo de Gobierno ha sido informado sobre las actuaciones de la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente dirigidas a la recuperación de los humedales del Bajo Guadalquivir en Trebujena, Cádiz, durante el periodo de 2022 a 2024. Esta ambiciosa iniciativa cuenta con una cofinanciación proveniente de los fondos europeos Feder, que han aportado 1.953.899 euros, permitiendo así la restauración de 260 hectáreas de marismas en dos fincas del antiguo estuario del Guadalquivir. Este esfuerzo no solo busca reforzar la biodiversidad, sino también promover un desarrollo sostenible en la región.
Las marismas de Trebujena, ubicadas en terrenos del antiguo estuario del Guadalquivir y cercanas al Espacio Natural de Doñana y la Zona de Especial Conservación (ZEC) Bajo Guadalquivir, son reconocidas como hábitats de gran valor ecológico. Históricamente, hasta mediados del siglo XX, estas marismas albergaban extensas lagunas de agua dulce, que progresivamente se degradaron debido a intentos fallidos de desecación para fines agrícolas. Este proyecto ha revertido dicha transformación, restaurando las características naturales del humedal mediante la reintegración de lagunas, islas y caños interconectados.
El proyecto desempeña un papel crucial en la conservación de especies en peligro crítico, como la cerceta pardilla, una anátida cuya población ha disminuido notablemente en los últimos años. Además, se ha mejorado el hábitat para especies como la focha moruna y la malvasía cabeciblanca, fortaleciendo así la avifauna andaluza.
Para devolver la funcionalidad ecológica a las marismas, se movieron 600.000 metros cúbicos de tierra con maquinaria especializada. Se implementó un sistema de gestión hídrica que permite la entrada controlada de agua dulce de lluvia y agua salobre del Guadalquivir, según las mareas. Esta mezcla propicia una mayor diversidad de hábitats y aumenta la resiliencia del ecosistema ante el cambio climático. Asimismo, contribuye a la regulación de inundaciones, ya que las lagunas recuperadas actúan como áreas naturales de laminación, disminuyendo el riesgo de desbordamientos en la desembocadura del Guadalquivir durante lluvias intensas.
La recuperación de las marismas de Trebujena no solo tiene un impacto ambiental positivo, sino que también abre nuevas oportunidades económicas para la comarca. La restauración del humedal potencia el turismo ornitológico y de naturaleza, facilitando la creación de senderos y observatorios para el avistamiento de aves y fomentando el ecoturismo.
Además, el proyecto es compatible con los usos tradicionales de la marisma, permitiendo que la ganadería extensiva y la explotación sostenible de recursos como camarones y salicornia continúen desempeñando un papel en la economía local. En el ámbito pesquero, la conexión de estos humedales con el estuario del Guadalquivir favorece la reproducción y el desarrollo de especies marinas como boquerones, langostinos y anguilas, beneficiando al sector pesquero del Golfo de Cádiz.
La Junta de Andalucía se mantiene firme en su compromiso con una gestión activa y sostenible de sus humedales, que juegan un papel fundamental en la lucha contra el cambio climático. Las marismas restauradas actúan como sumideros de carbono y nitrógeno, reduciendo la contaminación del agua y minimizando la eutrofización del estuario. Este proyecto se alinea con las estrategias de la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente para proteger los humedales andaluces, que representan el 17% del total de zonas húmedas de España y albergan 25 espacios catalogados bajo el Convenio Ramsar de Humedales de Importancia Internacional.
La ejecución del proyecto ha sido posible gracias a la colaboración con los propietarios de los terrenos, permitiendo recuperar las marismas sin comprometer los derechos de explotación sobre estos espacios. Este modelo de colaboración público-privada refuerza la confianza en la conservación activa de los humedales y asegura la continuidad de su gestión sostenible.
Fuente: Junta de Andalucía.
