Israel ha infligido dos duros golpes a Irán y sus aliados con los asesinatos recientes de Ismail Haniyeh, líder político de Hamás, y Hasan Nasralá, líder de Hizbulá. Estas acciones han provocado una discusión interna entre los partidarios de Hizbulá y Hamás sobre la posible respuesta de Irán, que se encuentra en un «aprieto estratégico». Expertos indican que, mientras Israel busca limitar la influencia iraní en la región, Irán debe calcular su respuesta cuidadosamente. Los analistas sugieren que una represalia podría implicar movimientos indirectos a través de su red de aliados, evitando una confrontación directa y prolongada que pudiera desestabilizar aún más la región y afectar su debilitada economía.
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