Israel ha propuesto un alto el fuego de 45 días en Gaza, condicionado al desarme de Hamás, a través de Egipto como mediador. Sin embargo, el grupo islamista rechazó la oferta al considerar inaceptable la exigencia de entregar sus armas, las cuales afirma pertenecen al pueblo palestino. La propuesta incluiría ayuda humanitaria y refugios para la población gazatí, pero Hamás demanda además un alto el fuego permanente y la retirada de las tropas israelíes. El grupo se muestra dispuesto a transformarse en un partido político y liberar a nueve rehenes a cambio de avanzar en las negociaciones, mientras que la liberación de todos los cautivos sigue siendo un punto de tensión. La situación refleja la complejidad de alcanzar un acuerdo en medio del continuo conflicto.
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