Jeannette Jara, candidata del Partido Comunista, se ha convertido en la abanderada oficialista para las elecciones presidenciales de noviembre en Chile, tras obtener un 60% en las primarias frente a una derecha en auge. Durante su discurso de victoria, Jara destacó su compromiso con el aumento del salario mínimo, al que llamó «salario vital», y subrayó su enfoque en derechos sociales, crecimiento económico y seguridad. La exministra del Trabajo ha enfatizado su origen popular y de su labor anterior, como la Ley de las 40 horas, mientras se distancia de la iconografía tradicional del PC. A pesar de su postura crítica hacia regímenes autoritarios como el de Maduro, Jara intenta proyectar una imagen moderada para atraer una base más amplia dentro de la centroizquierda y progresismo chileno. Su elección supone un hito para el Partido Comunista en la política chilena desde el retorno a la democracia.
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