Un hombre con obesidad mórbida, que en su momento llegó a superar los 350 kilos y padece de elefantiasis en una pierna, se encuentra ahora en un hospital buscando someterse a un bypass gástrico. Gracias a una estricta dieta hospitalaria que limita su ingesta a menos de 1.000 calorías diarias, el paciente ha logrado reducir su peso a 211 kilos. Su caso ejemplifica los desafíos extremos que enfrentan algunas personas con obesidad severa y las medidas drásticas necesarias para combatir esta condición, poniendo de relieve la importancia del tratamiento médico especializado y el apoyo nutricional riguroso.
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