En el Congreso español, una iniciativa promovida por el PP para que el Parlamento tenga la última palabra en la autorización de misiones de defensa en el extranjero ha generado tensiones en la coalición de gobierno entre el PSOE y Sumar. Esta propuesta coincide con un texto similar que ya se tramita en el Senado, lo que ha provocado críticas sobre el procedimiento legislativo. El PP busca que el Congreso controle el envío de tropas y armas, aprobando dichas operaciones cada cinco años. Pese a las divisiones internas, Sumar y otros partidos consideran la idea de fondo como un posible avance, aunque cuestionan la duplicidad del proceso. Podemos, por su parte, se debate entre el apoyo y la abstención, introduciendo enmiendas sobre la duración de las autorizaciones y la venta de armas a países en conflicto. La política militar sigue impulsando fricciones dentro del Ejecutivo, como se ha evidenciado en decisiones pasadas sobre el envío de armamento a Ucrania y el aumento del gasto en defensa.
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