Durante un viaje a Turquía, Cathy Warren, una británica de 29 años, sufrió un derrame cerebral que le dejó el lado izquierdo del cuerpo paralizado y le provocó una extraña afección: el síndrome del acento extranjero. Este raro fenómeno neurológico, que puede surgir tras un accidente cardiovascular, hizo que el acento británico de Cathy se transformara en uno tailandés, similar al de su madre. A pesar de recibir terapia del habla y de haber recuperado la movilidad después de diez meses, Cathy siente que ha perdido parte de su identidad, ya que no cree que su acento vuelva a ser el mismo.
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