Un juez federal en Estados Unidos ha autorizado al gobierno de Donald Trump continuar con un plan que ofrece indemnizaciones a empleados federales para que renuncien, medida diseñada para disminuir el tamaño del ejecutivo. El juez George O’Toole rechazó prolongar la restricción anterior, dictaminando que los sindicatos carecen de legitimidad para demandar y que su tribunal no tiene jurisdicción. Aproximadamente 2,3 millones de trabajadores pueden optar por este plan, siendo aceptado ya por unos 65.000. Quedan excluidos militares, personal del Servicio Postal y agentes de seguridad. La decisión judicial coincide con una nueva orden ejecutiva de Trump buscando reducir la administración pública y aumentar el poder del Departamento de Eficiencia Gubernamental, supervisado por Elon Musk, en un intento por recortar el gasto federal.
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