La gala organizada por la fundación Better World en Cannes, que homenajeó a Kevin Spacey, se caracterizó más por el brillo de los trajes de etiqueta que por la presencia de figuras del cine. Spacey, cuyo retorno profesional sigue en duda tras numerosas acusaciones de agresión sexual, se limitó a posar en la alfombra roja junto a integrantes de la productora Camelot Films, que busca distribuidores para su película «The Awakening». En declaraciones, Spacey expresó sentirse apoyado por sus colegas. A pesar de su reciente absolución de cargos en el Reino Unido, Spacey aún enfrenta una demanda civil y ha sido acusado por más de 30 hombres de mala conducta, incluyendo al actor Guy Pearce. La fundación justificó el premio por su «brillantez artística», mientras Spacey reflexiona sobre un posible regreso al cine.
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