La Diputación de Málaga ha intensificado su compromiso con la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente a través del Consorcio Provincial de Residuos Sólidos Urbanos (RSU). Esta iniciativa busca promover la conciencia ciudadana sobre la importancia del reciclaje y la separación de residuos, con el objetivo de reducir la cantidad de desechos que son destinados al vertedero. A partir de abril de 2025, entrará en vigor una nueva normativa que penalizará la basura enterrada, estableciendo un coste de 30 euros por tonelada.
En el Complejo Medioambiental de Valsequillo, donde se gestionan los residuos de 91 municipios, se han registrado cifras preocupantes: 124.000 toneladas de basura llegan al vertedero. El presidente de la Diputación, Francisco Salado, presentó un informe sobre la actividad de recogida de residuos del consorcio durante el año pasado, subrayando la necesidad de concienciar a la población acerca de la separación de residuos. Actualmente, de las 236.000 toneladas de residuos generados, el consorcio logra recuperar 112.000 toneladas, lo que implica que casi la mitad de los desechos procedentes de la fracción resto (contenedor gris) se pueden reciclar.
Salado ha resaltado que, si no se incrementa el esfuerzo en reciclaje, el coste de las 124.000 toneladas que se destinan al vertedero se traduciría en 3,7 millones de euros, de los cuales 3,3 millones se reducirían con la recuperación de esos residuos reciclables. Este aspecto financiero añade un peso adicional a la necesidad de un cambio de actitud hacia la gestión de residuos.
El balance de recogida de residuos para 2023 ha mostrado que se recogieron 269.509 toneladas en los municipios consorciados, con un promedio de 474,06 kilos por habitante al año. El análisis de la fracción resto revela que 243.759 toneladas fueron procesadas, aunque solo 236.000 toneladas fueron tratadas para la separación. En comparación con el año pasado, se ha notado una disminución en la recogida de residuos sólidos urbanos y vidrio, mientras que se ha producido un aumento en la recolección de envases ligeros y papel-cartón.
Francisco Salado ha subrayado la relevancia de los datos de la recogida de envases ligeros, considerando que son una representación del esfuerzo ciudadano en el reciclaje. Mientras tanto, el total de residuos gestionados no ha crecido a pesar del aumento de la población atendida, que ha crecido en 28.000 habitantes en los últimos tres años.
Desde el consorcio se tienen planes ambiciosos para mejorar la separación de residuos, que incluyen la implantación de la recogida selectiva de residuos orgánicos en 41 municipios. Se prevé la instalación de 1.500 contenedores marrones, la distribución de 26.000 cubos domiciliarios para basura orgánica, así como la adquisición de nuevos vehículos y contenedores, con una inversión de 2,1 millones de euros.
Con la próxima aprobación de la tasa a los residuos, Salado enfatiza la necesidad de tomar medidas ahora para concienciar a la población y evitar pagos innecesarios por la gestión de residuos. La promoción del reciclaje y la separación son acciones que no solo protegen el medio ambiente, sino que también representan una oportunidad económica para los ciudadanos que se comprometan con esta causa.
Fuente: Diputación de Málaga.