Alemania y Francia, las principales economías de la Eurozona, enfrentan actualmente una crisis política y económica que agrava la situación post-pandemia. La reciente dimisión del primer ministro francés Michel Barnier tras perder una moción de censura pone al gobierno de Emmanuel Macron en apuros, aumentando las expectativas de un déficit mayor al previsto. En Alemania, la inminente elección anticipada y debates sobre la política fiscal añaden incertidumbre, mientras el país lidia con posibles sanciones comerciales de Estados Unidos. La inestabilidad en ambos países podría frenar el crecimiento económico de Europa, en un contexto donde el Banco Central Europeo ya anticipa dificultades debido a baja productividad y tensiones comerciales globales. S&P Global Ratings advierte que 2025 estará marcado por incertidumbres geopolíticas y económicas, complicando aún más el panorama para la región.
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